Talvez usted, caro lector desconozca a fondo las diferentes posiciones que adoptan quienes diciéndose ser seguidores del Señor Jesucristo hacen todo lo contrario de lo que El ordena en su palabra. Por ejemplo esta clase de personas muestran su repudio al sábado diciendo que quienes guardan el sábado son personas sin oficio porque Dios ha mandado que trabajemos para ganarnos el sustento de cada día. Sin embargo ellas se olvidan que el Apóstol Pablo dice en 1ª Corintios 11:1 “…Sed imitadores de mí, como yo de Cristo…” ¿Qué queremos decir con esto? Sencillamente que cuando estas personas groseramente hablan en contra de quienes guardan el sábado en la actualidad, lo que están haciendo es blasfemar en contra de Pablo y en contra de nuestro Señor ya que ellos guardaban el sábado, lea Lucas 4:16 y Hechos 13:42-44 Quiere decir que para ser imitadores de Pablo así como él lo era de Cristo tenemos que guardar el sábado.
Por otra parte hay personas que tienen la osadía de decir que el cambio del domingo en lugar del sábado se hizo “automáticamente” con la muerte de nuestro Señor; a quienes hacen tales aseveraciones bien se les pudiera preguntar ¿En dónde se encuentra el texto que apoya esa idea? Ya que tal texto no existe. Otra cosa, ¿Qué derecho tienen para decir que tal cambio se hizo en “forma automática”? ¿Qué autoridad les asiste para enseñar lo que la Escritura no dice? Al hablar acerca de la Escritura se debe tener cuidado de no hablar lo que se nos venga a la mente porque es peligroso convertirse en un blasfemo.
Dentro de todo el Nuevo Testamento no se encuentra ni un tan solo versículo que diga que Jesucristo quitó el sábado, al contrario, El mismo dijo: “No he venido a abrogar la ley ni los profetas…” Mateo 5:17
Existen también algunas personas que creyendo encontrar una base sólida para desobedecer a Dios dicen que no guardan el sábado por la sencilla razón de que no se encuentra en todo el Nuevo Testamento un versículo que diga que los cristianos para ser salvos tengan que guardar el sábado.
Pensamos por unos momentos acerca de esa forma de ver las cosas y miremos lo siguiente. Ninguna parte de las Escrituras ha sido hecha de acuerdo a lo que nosotros pensemos, es decir que Dios no inspiró a sus siervos a que escribieran las Escrituras pensando en la forma en que al hombre le pudiera parecer mejor de acuerdo al pobre conocimiento humano, de otra manera, ¿Cómo hubiera hecho nuestro Dios si en lugar de inspirar a sus siervos a escribir lo que El consideraba correcto para que el mundo entendiera lo que El quería que entendiera se hubiera puesto a pensar en hacer una Escritura para cada persona que en el mundo existe? Y decimos para cada persona porque nadie está cien por ciento de acuerdo en lo que otro piensa, ya que todos pensamos y tenemos nuestra forma diferente de ver las cosas, incluso nuestra capacidad de asimilación y entendimiento no es el mismo en todos; por lo cual todos los que estudiamos las Escrituras debemos de estar conscientes de que ellas no han sido hechas de acuerdo a lo que en nuestra forma de pensar o creer y que jamás encontraremos un versículo que haya sido inspirado por nuestro Dios tal y como nosotros quisiéramos que dijera.
Hagámonos otra pregunta: ¿El hecho de que dentro del Nuevo Testamento no se encuentre un versículo que diga más o menos así: “Quienes no son judíos deben guardar también el sábado”. O algunas palabras del Señor Jesucristo que más o menos dijeran así: “Quiero recomendar a todos los que creen en mí, ya sea judíos o gentiles que después de que yo muera deben seguir guardando el sábado” ¿es esto motivo para no guardarlo? ¡NO! El hecho de que no se encuentre un texto que diga tal y como nosotros queremos que diga, eso no quiere decir que los cristianos no deben guardar ese santo día.
¿Por qué los que guardamos el sábado creemos que ese mandamiento está aún en vigencia? Por la sencilla razón de que no existe un versículo que diga que el Señor abolió el sábado y si tal versículo no existe fácil es entender que el mismo Señor dio por aprobado que sus seguidores debían de seguirlo guardando. Acerca de esta forma nuestra de pensar, muchas iglesias también están de acuerdo, solo que no respecto a guardar el sábado, sino en lo relacionado a pedir los diezmos y las ofrendas, y siendo que tales iglesias hacen eso, bien se les pudiera preguntar ¿Dónde está el versículo en el Nuevo Testamento que diga que los cristianos debemos de ofrendar y diezmar? Nosotros sabemos muy bien que en los escritos del Nuevo Testamento no se encuentra ni un solo versículo que nos ordene hacerlo, sin embargo quienes abogan porque sí se deben dar diezmos y ofrendas argumentan que Cristo no abrogó esa ley, citando para poyar su argumento Mateo 23:23 o Marcos 12:41-44. Si esas iglesias son en realidad tan honradas para con sus feligreses al decirles que no es preciso que para diezmar u ofrendar exista un versículo que claramente diga en el Nuevo Testamento que debemos de hacerlo, ¿No es acaso lo mismo con la observancia del sábado? ¡Claro que sí lo es! Porque de la misma forma en que el Señor se refirió a los diezmos y ofrendas, refiriéndose a ellas como a algo que debía de seguirse haciendo, así mismo lo hizo con el sábado según Marcos 2:27-28.
De manera pues que para que nosotros sepamos que un mandamiento de nuestro Dios está en vigor no es preciso que deba existir un versículo que diga o haya sido escrito tal y como nosotros quisiéramos que dijera, pues basta tener un poco de sentido común para saber lo que el Señor aprobó como bueno para seguirlo haciendo y lo que no. De manera pues que siendo que no se encuentra en todo el Nuevo Testamento un texto que diga que el Señor abrogó el sábado es porque nosotros los cristianos debemos de seguirlo guardando como antes fue establecido por Dios.
Aclaraciones sobre El Sábado – Iglesia de Dios
[…] ¿Abolió Jesucristo con su muerte el sábado? […]
admin
Apreciable amigo,
El sábado no fue abolido por Jesucristo, el vino a magnificarla ley. Marcos 2:27 “El sábado fue hecho por causa del hombre”
Jose antonio
Estoy totalmente de acuerdo en guardar el sabado
admin
Gracias Hermano.
Un fuerte abrazo
David Alberto Jiménez Pérez
K kiere desir la biblia cuando dise no le vamos a imponer más carga delas k eyos pueden llebar